En el abanico del Pastaza, el mayor complejo de humedales de la amazonpia peruana, se ha escrito algunas de las historias de conservación más exitosas y alentadoras, pero también más dura y compleja en terminos de esfuerzo y sacrificios de su población, con miras a recuperar y cautelar el vínculo vital entre la salud de la naturaleza que los rodea y la propia.